Sunday, November 29, 2009

Pain

¡Cuánto sufro! Me duele toooooooooooooooooooooooooooooodo.

A las 11 se suponía que empezaba la fiesta abajo, pero sobre las 12, después de habernos puesto a bailar La Mayonesa, La Bomba, y esas cosas en la habitación de Trisha, nos dio por bajar a ver. ¿Qué hacían los de abajo? ¡JUGAR A LAS CARTAS! Así que al final el Veci, el amigo que no sé cómo se escribe el nombre, el otro que se llama Sergey (no, no sé cómo se escribe, y es ruso, por allí tienen nombres muy chungos), Anton y yo nos fuimos a una fiesta que había sabe Dios nuestro señor dónde. Como Jenny e Irene también se habían acercado para la "fiesta" esta que había abajo, también se vinieron con nosotras. Area y Trisha quedaron.

Bueno, la fiesta era en un piso diminuto. Había cuatro personas, pero estuvo bien. La música era casi toda alemana entonces nos delataba el no poder cantar.

Lo pasé bien, aunque hubo un momento en el que me quedaba dormida. Pero eso era cosa de ir a por algo de comer y listo. Energías y de vuelta a bailar.

Lleguamos sobre las 5, creo, y estuve en la cocina con Anton y el Veci hasta las mil. Ellos cocinaban y yo miraba.

Una hora después o así nos fuimos a dormir.

Nota: Menos fiestas.

Y hoy, domingo, muerta de cansancio, ¿qué tengo que hacer? Leer Cien años de soledad y luego empezar a preparar la presentación sobre el gallego que tenemos en la asignatura de Galicia: entre meigas e morriña. Así que, que te den mundo.

Me fui, pero volveré.

No comments:

Post a Comment