Por fin, después de 3 meses de estropicios iré hoy a la peluquería a arreglarme el maldito flequillo, que lo tengo tan largo que casi ni veo. Y las puntas las quengo toas quemás. Dan asco ya. Me acerca mi señor padre. Le pediré euros, que lleva desde que me fui sin darme un duro y no le ha de costar tanto.
Cuando vuelva a Alemania tengo que buscar a alguien que sepa sepa alemán y español para que venga conmigo, porque 6 meses sin ir a la peluquería... uff... malo. Jaja.
A ver si empiezan a ingresar el dinero de las becas que ando pobre del todo. Para cobrar siempre rapidito, pero para pagar... joder, cuánto tardan.
Mmmmm... No sé.
No sé qué decir. Me duelen los dedos de teclear y la cabeza de pensar, que llevo dos días hablando con un señor en alemán, y creo que jamás en mi vida había pensado tanto. Que si este verbo va aquí, que si al conjugarlo es así, que si usamos tal conjunción pasa tal cosa, etc., etc., etc.
Aaaaaaaaaanyway, voy a pirarme un rato de aquí que se me quejan los ojos.
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